La niña artificial

Este es un caso en parte similar al de Sophie Brown pero mucho peor, se trata de Britney Campbell una niña de ocho años que es fan de Lady Gaga y a la que ya a esta corta edad su propia madre inyecta Botox en la cara. La niña ya sueña con un aumento de pecho y una operación de nariz.

Su madre, Kerry, una esteticista de Birmingham, cada tres meses a lo sumo sube a su pequeña a una camilla, prepara la jeringuilla con toxina botulínica y perfora una y otra vez el rostro de su hija en aras de “perfeccionar su cuerpo”, sueña con que la niña será actriz o cantante y ganará millones.

La niña con solo ocho años ya esta obsesionada con envejecer. «Si encuentro alguna, arruga entonces quiero más inyecciones». El castigo de esta niña comenzó hace meses, la madre ya la ha inyectado al menos cuatro veces desde entonces. La pincha en la frente, en los labios y alrededor de los ojos. «Al principio lloraba, pero ahora ya no me hace casi daño», justifica la pequeña. Mensualmente incluso somete a la menor a una depilación integral. Piernas, axilas y pubis. Antes incluso de que el vello haya aparecido. Y la inocente niña, encantada: «Cuando voy a nadar o hago gimnasia me siento como una supermodelo.

Madre e hija incluso se mudaron a vivir a San Francisco, donde se celebran los mayores certámenes de belleza infantil. La madre piensa que las operaciones estéticas a menores están cada vez más de moda en estos ambientes.
Creo que esa madre le esta haciendo un gran dano a su hija, pues esas sustancias quimicas son algo ageno al cuerpo humano y le causaran futuros daños a la niña, creo que eso es abuso infantil y alguien debiera pararlo.